Nicolás del Caño habla sobre la pérdida salarial que afecta a las mayorías trabajadoras. También discute la falta de apoyo de la CGT, la conducción sindical, a las luchas de los trabajadores y se denuncia la persecución política que sufren algunos candidatos del Frente de Izquierda. 

Nicolás del Caño menciona la concentración de la facturación de productos alimenticios en Argentina en un pequeño grupo de empresas, lo que contribuye a la especulación y el aumento de precios. Del Caño sostiene que estas empresas deberían abrir sus libros de contabilidad para que los trabajadores y consumidores puedan controlar sus costos de producción. Si se niegan a hacerlo, propone su nacionalización para que los trabajadores puedan realizar una planificación racional y garantizar que nadie pase hambre. 

Nicolás del Caño destaca que la única fuerza que ofrece una alternativa política distinta es la izquierda y que el camino a seguir es la organización y la movilización. Ademáas opina que tras las próximas elecciones, se avecina un congreso con fuertes debates, en particular en temas relacionados con la defensa de la educación y la salud públicas.

Nicolás del Caño explica su postura sobre la situación política y económica del país. Discute el tema de la inflación y la necesidad de aumentar las jubilaciones y los salarios. También se habla de un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional y de las consecuencias que ha tenido para los trabajadores y sectores populares.

El político critica la política económica del gobierno y destaca que ha beneficiado a los especuladores. También menciona la interpelación del jefe de gabinete y la falta de respuestas a preguntas importantes, como el tema del golpe en Perú y la matriz productiva del país.

Nicolás del Caño habla sobre la pandemia y la guerra en Ucrania y critica que, en lugar de tocar los intereses de los grandes grupos empresarios y los bancos, se siga ajustando a los sectores populares. También habla sobre las elecciones y la preparación de la izquierda para la campaña electoral. Menciona la participación en distintas protestas y movilizaciones de trabajadores, en las que se reclaman aumentos salariales, mejores condiciones de trabajo y un mayor presupuesto para educación y salud pública.

También habla sobre la aparición de la ultraderecha en la política y critica a Javier Milei por sus posturas negacionistas de la dictadura genocida. La persona entrevistada defiende la unidad de la izquierda y la importancia de marcar claramente cuál es la alternativa de los trabajadores y evitar falsas alternativas como la de la ultraderecha.

Nicolás del Caño menciona que desde el peronismo se está dando aire a sectores de ultraderecha para quitar votos a Juntos por el Cambio. También habla sobre la posibilidad de una política represiva para aplicar reformas laborales y previsionales, lo cual no es aceptable para los trabajadores. Menciona el ejemplo de Francia, donde hay huelgas debido a la intención del presidente Macron de elevar la edad jubilatoria y los años de aporte necesarios.

Nicolás del Caño propone reducir la jornada laboral a seis horas, repartir las horas entre ocupados y desocupados, aumentar el salario mínimo, controlar las divisas por los trabajadores y construir viviendas para las familias que tienen problemas habitacionales. Dice que la única forma de defender a los sectores populares y trabajadores es fortalecer una fuerza propia de los trabajadores, que es la izquierda.

Nicolás del Caño habla sobre su vida y su carrera política. Nicolás cuenta que sus padres tenían una militancia de izquierda y que, desde joven, se interesó por la política. A los 14 años, empezó a participar en actividades del centro de estudiantes y se involucró en la lucha contra las leyes de educación impulsadas por el gobierno de Menem. También se unió a movimientos de trabajadores estatales y desocupados en Córdoba, su ciudad natal. Después de mudarse a Mendoza, trabajó en varios empleos informales y finalmente se postuló como diputado en 2013, logrando una victoria histórica para su partido en una provincia muy conservadora. Nicolás destaca la importancia de la lucha contra la desigualdad y la opresión en la política, y señala el papel clave que juegan las mujeres y los trabajadores en este proceso.

Del Caño discute la necesidad de formalizar los trabajos y reducir la jornada laboral a seis horas, cinco días a la semana, con un salario que cubra el costo de la canasta familiar, lo que podría generar un millón de puestos de trabajo. También aborda el tema de la carga tributaria y la toma de ganancias de los grandes grupos empresariales, y cuestiona la idea de que el gobierno actual y el peronismo sean considerados de izquierda.

Del Caño considera que hay trabajadores de todas las profesiones que se han proletarizado y se han convertido en parte de la clase trabajadora. También menciona otros sectores oprimidos por los capitalistas, como el campesinado en Perú. El autor apoya las movilizaciones que piden la restitución del gobierno de Castillo y una asamblea Constituyente en Perú. Critica el modelo neoliberal que ha fracasado en muchos países de América Latina y defiende la educación pública. Del Caño cree que la fuerza de izquierda puede capitalizar la desilusión de los peronistas en la Matanza y otros distritos del conurbano.

Del Caño critica la falta de inversión en infraestructuras esenciales como vivienda, educación y salud, así como la extranjerización y reprimarización de la economía. Menciona la necesidad de un sistema económico y político diferente que incluya a los trabajadores y que no esté centrado en el capitalismo. 

Del Caño habla sobre la situación de los sindicatos en Argentina y la necesidad de que estos defiendan realmente los intereses de los trabajadores. Menciona que en los últimos cinco años el salario de los trabajadores ha disminuido, y que los dirigentes sindicales no están sirviendo a los intereses de los trabajadores, sino a los grandes empresarios y los gobiernos de turno.